domingo, 20 de junio de 2010

Como agua para chocolate













Tal parecía que en un extraño fenómeno de alquimia no sólo la sangre de Tita, sino todo su ser, se habían disuelto en la salsa de las rosas, en el cuerpo de las codornices y en cada uno de los dones de la comida. De esta manera penetraba en el cuerpo de Pedro voluptuosa, aromática, calurosa y completamente sensual. Parecía que habían descubierto un nuevo código de comunicación en el que Tita era la emisora, Pedro el receptor y Gertrudis la afortunada en quien se sintetizaba esta relación sexual a través de la comida.


Esta pélícula es la primera que me viene a la cabeza si hablamos de comida. Y este plato nos transporta a las cocinas mexicanas y a la fantasía sudamericana, con rosas rosas que se vuelven rojas por la sangre ardiente y enamorada de Tita, que se pincha con ellas. Una pelicula para oler y saborear.


Codornices en pétalos de rosa

Ingredientes para 2 personas:










  • 4 codornices
  • 4 rosas rojas
  • 1/2 cucharada de anis
  • 10 almendras
  • 10 pistachos
  • 2 gotas de agua de rosas
  • 1 cucharada de miel
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharada de mantequilla
  • Aceite
  • 1 chorro de brandy
  • 1 limón
  • Sal
  • Pimienta
Le sacamos las pechugas a las codornices y le quitamos las patas. Ponemos las carcasas en una cazuela con un poco de aceite y dejamos que se frían a fuego fuerte. Añadimos un buen chorro de brandy y dejamos que se reduzca por completo. Luego cubrimos las carcasas con agua, rascamos un poco el fondo de la cazuela y lo dejamos cocer unos 20 minutos. Colamos.
En un mortero machacamos el anis, las almendras y los pistachos. Quitamos los pétalos a las rosas y reservamos 8 o 10 pétalos bonitos. El resto los echamos en el mortero y los machacamos bien. Añadimos 2 gotas de agua de rosas y 1 cucharada de miel y machacamos un poco más. Ponemos mantequilla en una sartén y freímos el ajo laminado. Añadimos las rosas y 1/3 de vaso del caldo y lo cocemos unos minutos. Pasamos la salsa por la batidora y luego por el chino, para que quede fina. La volvemos a poner al fuego hasta conseguir el espesor que deseemos.
Salpimentamos las codornices y las bañamos en zumo de limón. Luego las freímos en aceite hasta que estén doradas.
Servimos las codornices con la salsa adornadas con los pétalos de rosa que reservamos.